Vinculación con el Medio ver más
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Martín, un chico huérfano de 14 años que trabaja como lustrabotas en las calles de La Paz, Bolivia cree que uno de sus mejores clientes, el señor Novoa, podría ser su padre biológico. Obsesionado con la idea, decide robarle lo que más quiere en el mundo, su perro.
Sobre esta sencilla premisa, el director chileno Vinko Tomičić Salinas construye El ladrón de perros (The Dog Thief), su primer largometraje en solitario. Una cinta en la que trabajó durante años y que ha conquistado escenarios internacionales, con un estreno mundial en el Festival de Tribeca (Nueva York) y reconocimientos como el Premio Platino a Mejor Ópera Prima y la Biznaga de Oro a Mejor Película Iberoamericana en el Festival de Málaga.
La proyección formó parte de las actividades impulsadas por el Portal Artístico de la Dirección de Extensión Académica y Cultural de la UCT, que busca acercar las artes y la cultura a la ciudadanía a través de instancias abiertas. Y esta vez, la propuesta tuvo un sello especial; la presencia de su director, Vinko Tomicic, quien dialogó con el público.
Esta película cuenta con un reparto internacional encabezado por Alfredo Castro, acompañado de Franklin Aro, Teresa Ruiz (Narcos y The Marksman), María Luque, Julio César Altamirano y Ninón Dávalos.
Uno de los puntos más destacados es el rol de Franklin Aro, quien da vida a Martín, el joven protagonista. “El proceso de preparación se extendió por dos años, con ensayos que iban desde la actuación hasta recorrer la ciudad, compartir experiencias y transformar vivencias personales como el bullying escolar”. Según explica Tomicic, este trabajo de aprendizaje colaborativo permitió que aspectos, que inicialmente no parecían relevantes pasarán a tener un mayor protagonismo en la película.
Otro aporte fundamental provino de Alfredo Castro, destacado actor nacional que se sumó desde las etapas iniciales del proyecto. El director subrayó que su participación “le da un estatus superior a la película”. No solo por su profesionalismo, sino porque aceptó el desafío de trabajar en Bolivia, con acento distinto, en condiciones de altura y junto a actores naturales. “Siempre fue un sueño para mí trabajar con él, y estoy muy agradecido de haber contado con su participación en el elenco y su trabajo impecable”, añadió el realizador.
La proyección en el Auditorio H2 del Campus San Francisco culminó con un cine foro donde los y las asistentes conversaron con el director. Entre las preguntas destacó el interés por el trabajo actoral de Franklin Aro, la fotografía, el contexto social y la construcción del relato con jóvenes lustrabotas como protagonistas.
“Me emociona mucho estar aquí porque, cuando se hace un cine que no circula en las grandes cadenas, estas instancias se vuelven fundamentales para que el público tenga acceso”, señaló el cineasta, quien destacó además que El ladrón de perros no se había exhibido antes en Temuco, “por eso estoy muy contento de poder gestionar esta proyección en Universidad Católica de Temuco. Gracias”.
El intercambio cerró con una activa participación del público, que valoró la sensibilidad de la obra y su capacidad de poner en escena realidades sociales invisibilizadas. El cuidadoso desarrollo del trabajo demuestra cómo una película dialoga directamente con las audiencias, ofreciendo un registro de identidad y experiencias compartidas que resuena con los territorios y la gente que retrata.