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Actualidad 10 noviembre 2025

Últimos días para visitar “La tierra se tiñe de azul en la orilla” en la Sala de Exposiciones UCT 

La muestra, impulsada por la Unidad de Extensión Académica y Cultural, explora temas como la memoria, la historia familiar y la identidad cultural. Se presenta hasta el 12 de noviembre en la sala de exposiciones de nuestra casa de estudios, con visitas guiadas  y un taller de bordado de cierre.

En un mundo saturado de artistas contemporáneos  que compiten por ser escuchados, el ego se vuelve una de las trampas más sutiles y persistentes. Aparece en la obsesión por una originalidad que desconoce sus raíces; en la fascinación por el formato, donde la tecnología o el montaje eclipsan el sentido; en la sobreexposición del yo, que confunde autenticidad con autorreferencia; y en la ansiedad por pertenecer al circuito, que transforma la búsqueda artística en estrategia. En todas ellas, la creación se arriesga a volverse brillante, pero sin respiración. Frente a ese panorama, la exposición de Ayline Figueroa destaca por su simpleza y autenticidad.   

Centrada en la memoria, la obra se despliega como un tejido hecho de pedazos, hilos y ausencias, donde cada fragmento parece contener una historia que apenas se sostiene en su fragilidad. En ella se percibe una experiencia de desarraigo, de tránsito obligado de aquellos que debieron migrar y echar raíces lejos de su terruño. 

Su estética, deliberadamente inacabada, se construye en el intento constante por recomponer lo perdido, como si el gesto de volver a bordar de volver a tejer fuera también una forma de resistir al olvido. Todo se tiñe de azul, color que no solo representa la cosmovisión mapuche, sino también un silencio cargado de reflexión y recuerdos por lo que ha ido quedando en la orilla del camino.

“La tierra se tiñe de azul en la orilla”, invita a las y los visitantes a adentrarse en la microhistoria de esta joven capitalina, a través de un proceso que rescata la manualidad y lo íntimo. Egresada de la carrera de Artes Visuales de la Universidad Diego Portales, enfocada en prácticas textiles, como el bordado y el tejido a crochet, Ayline Figueroa fue seleccionada en la Convocatoria de Artes Visuales 2025 de la UCT, instancia que promueve el talento regional y el intercambio entre artistas y la comunidad universitaria. 

Tejiendo narrativas personales y colectivas

“Me impresionó ver cómo los niños viven en comunidad, saben sobre su cultura y desde chicos la viven. El año pasado, como parte de mi proyecto de egreso, visité varias veces Imperial y también Peleco, donde mi tía trabaja en una escuela rural. Participé en el Wetripantu y fue una experiencia muy intensa, ese día llovía con fuerza, pero nadie se movió del lugar”, comenta Ayline, quien además conducirá un taller de bordado en punto cruz al cierre de la muestra.

Durante las visitas guiadas, el público se sumerge en una experiencia sensorial donde cada textura, cada tono de azul, sugiere un rastro del tiempo y del territorio. Camille Flores, monitor del espacio expositivo, destaca esta sensibilidad artística:

Hay un trabajo de cartografía, de mapa en este caso, una búsqueda por reencontrarse con lo que se ha perdido”.

Entre quienes han recorrido la exposición, Guillermo Lagos, visitante, valora la cercanía emocional del montaje:

Me parece que es un ejercicio importante el de la memoria a través del arte, que refleja tanto la experiencia personal como la colectiva, de la cultura mapuche y de la propia historia de Ayline”.

En un tiempo donde el arte a menudo se disuelve entre artificios y discursos ruidosos, “La tierra se tiñe de azul en la orilla” recupera la fuerza de lo esencial. No hay estridencia ni demostraciones exacerbadas sino una invitación a mirar de cerca las huellas de quienes habitan la historia desde vivencias cotidianas pero profundas. En ese ejercicio de recomponer lo perdido, la obra de Ayline Figueroa recuerda que el arte sigue siendo, ante todo, una forma de permanecer.