Su concierto, más que una presentación, fue un gesto de retorno, de diálogo entre territorios, generaciones y lenguajes musicales.
La cantautora y compositora nacional Nancy San Martín ofreció el pasado jueves 10 de julio una velada colmada de sensibilidad e intensidad con su más reciente creación, Una sola sangre. El evento formó parte de la programación del Portal Artístico Aula Magna —una iniciativa de la Dirección de Extensión Académica y Cultural de la Universidad Católica de Temuco— orientada a acercar la música a públicos universitarios y a la comunidad local.
La intérprete, oriunda de Victoria, se presentó junto al destacado músico y multiinstrumentista Pablo Peña —exguitarrista de Jennifer López y Marc Anthony— integrante de la banda Santos de Bohemia. Juntos ofrecieron un espectáculo de gran calidad, donde confluyeron ritmos latinoamericanos, raíces folclóricas y sonoridades mapuche, cautivando al público desde lo íntimo y lo colectivo.
“Pablo es un ángel. Es uno de los mejores guitarristas de Chile, con una trayectoria internacional tremenda. Podría estar en cualquier lugar del mundo y, sin embargo, está acá, acompañándome en este proyecto. Para mí ha sido una bendición encontrarlo en este camino y trabajar con él”. Con estas palabras, la artista reconoció el valor emocional y creativo de un vínculo clave en la arquitectura sonora de Una sola sangre.
Desde la Dirección de Extensión Académica y Cultural, Amandine Roche valoró la presencia de Nancy San Martín en la casa de estudios, subrayando “la relevancia de contar con una artista cuya obra conjuga creación musical, memoria e investigación”. A su juicio, estas iniciativas “fortalecen el rol de la universidad como agente cultural activo, capaz de abrir espacios de encuentro entre públicos diversos y de aportar a la formación de audiencias desde el arte y la sensibilidad social”.
Por su parte, el seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Eric Iturriaga, destacó que “es fundamental que un talento con arraigo territorial, identidad y trayectoria internacional pueda vincularse con su audiencia en espacios universitarios”. Para él, este tipo de instancias “consolidan el vínculo entre la creación artística y las comunidades que la inspiran”.
La producción es un homenaje sensible y profundo al amor y a las mujeres del mundo. Se trata de una obra íntimamente humana, donde la diversidad de estilos musicales refleja la pluralidad de las historias femeninas. “En este trabajo quise marcar un giro hacia los ritmos latinoamericanos porque, en mi época de estudiante de pedagogía, me enamoré profundamente de esas sonoridades”, comentó la autora y actual secretaria ejecutiva del Centro Cultural de Padre Las Casas.
Inspirada por esas influencias, Nancy San Martín dedica este álbum a las figuras que han dejado huella en su vida y su visión del mundo. “Dedico este trabajo a todas las mujeres latinoamericanas, y a las mujeres del mundo entero. Muy especialmente, a mi madre, a Gabriela Mistral, a Violeta Parra y a mi amiga Consuelo Rivera, una de las primeras feministas de este país, autora de la letra y poema ‘A las mujeres’”. Con estas palabras, la compositora dio cuenta del sentido afectivo y político que atraviesa su propuesta artística.
La artista expresó su profundo agradecimiento a la comunidad universitaria por la cálida acogida y el apoyo en la realización del concierto. Con emoción, recordó que fue en esta casa de estudios donde cursó Pedagogía Intercultural. “Esta es mi universidad, aquí estudié, y volver en este contexto, con mi música, es muy significativo para mí. Agradezco a cada persona que hizo posible este concierto, y a quienes vinieron a compartirlo”.
Durante la presentación, también compartió una reflexión inspirada en su paso por Inglaterra. “Deseo que lo que vi en la Universidad de Stanford, ese empoderamiento de los estudiantes, esa fuerza de los jóvenes, también se pueda sentir aquí, entre ustedes. Ese es mi mensaje para la UC Temuco”.
Así, en una jornada atravesada por la música, la memoria y el compromiso, Nancy San Martín cerró su actuación dejando una reflexión clara; el arte, el feminismo, la educación y la juventud siguen siendo territorios vitales para imaginar un país más justicia social.