La actividad abordó a los atracones de comida desde una perspectiva integral, priorizando el bienestar emocional por sobre las dietas restrictivas.
Brindar una actualización sobre el abordaje de los atracones de comida desde un enfoque basado en la evidencia, incorporando contenidos teóricos y prácticos sobre su identificación, relación con la salud física y mental, estigma de peso y alternativas de tratamiento fue el objetivo de la “Jornada de Actualización en Trastornos Alimentarios: Atracones de comida y su impacto en el bienestar”, organizada por la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Católica de Temuco.
La actividad, enmarcada en el proyecto Fondecyt Iniciación “Desarrollo de una intervención para el abordaje de los atracones de comida en personas que buscan tratamiento para la pérdida de peso: importancia de factores emocionales”, a cargo de la psicóloga Dra. Neli Escandón, buscó desmitificar la relación entre peso corporal y bienestar emocional, ofreciendo herramientas basadas en evidencia científica para profesionales y público general.
En este contexto, la decana de la Facultad de Ciencias de la Salud de la UCT, Bertha Escobar, explicó que esta iniciativa pretende generar conciencia sobre una problemática que va más allá del aspecto físico, ya que “los atracones de comida están muy lejos de ser un problema asociado al peso, tienen mucho más que ver con experiencias de sufrimiento, de regulación emocional, de una relación con el propio cuerpo y las emociones que por distintos factores se problematiza”, en ellos, los patrones culturales, familiares y una excesiva valoración de la delgadez que se acompañan del silencio de quienes viven esta situación.
Perspectiva
Desde una perspectiva integral, la Dra. Neli Escandón, académica del Departamento de Psicología de la UCT e investigadora principal del proyecto, explicó que el hambre emocional suele ser una estrategia para enfrentar situaciones de malestar. No obstante, el problema se agudiza cuando este patrón se repite constantemente sin que la persona cuente con otras herramientas para gestionarlo.
En esa línea, la Dra. Escandón también ha revelado la magnitud del fenómeno a nivel nacional, a partir del estudio publicado en 2025, “Cross-Cultural Validation of the Binge Eating Disorder Screener-7 (BEDS-7) Across 42 Countries”, de Gewirtz-Meydan y colaboradores, el cual mostró que “Chile ocupa el tercer lugar con la cifra más elevada, con mayor nivel de riesgo de transtorno por atracón, lo que deja en evidencia que este es un problema que existe y que probablemente no está siendo suficientemente visibilizado y abordado”.
Durante esta misma jornada, la Dra. Eva Trujillo, pediatra del Centro Comenzar de Nuevo de Monterrey de México y conferencista principal del evento, enfatizó en la importancia de la intervención temprana en los niños y niñas, ya que “la edad promedio de diagnóstico del trastorno por atracón usualmente es en la segunda década de la vida, pero en los niños generalmente lo que vamos a encontrar es un síntoma que se llama pérdida de control al comer y esto es muy importante identificarlo tempranamente, porque si se interviene en esa conducta se puede prevenir la aparición del trastorno por atracón”.
En tanto, Francisco Cuevas, estudiante de cuarto año de Psicología de la UCT, valora la relevancia de estos espacios formativos ante problemáticas actuales como el “looksmaxing” en redes sociales, fenómeno que considera peligroso para adolescentes y adultos jóvenes que adoptan “ideas bien peligrosas sobre el matarse haciendo ejercicio y dietas súper restrictivas”.
En el evento, además, se desarrolló la premiación del concurso literario “Cuando comer duele: relatos sobre cuerpo, comida y emociones”, donde participaron jóvenes cuyos textos giraron en torno a las vivencias emocionales vinculadas al cuerpo y la alimentación.