A las instituciones premiadas se suman estudiantes certificados como auditores en la materia.

Por segunda vez y como evidencia de su crecimiento en el compromiso con el trabajo sustentable, las empresas Verde Impacto y Cafetería Sendero, que tienen instalaciones en la Universidad Católica de Temuco, fueron distinguidas con el Premio Sustenta 2023 que cada año otorga la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM), con el apoyo de Corfo y el Ministerio de Medio Ambiente.

Se trata de un reconocimiento público a pequeñas y micro, medianas y grandes empresas que contribuyan a generar un impacto positivo en la sociedad.

Las distinciones, según su nivel de avance, son “Semilla”, “Brote”, “Árbol” y “Bosque Nativo”.

En el caso de la cafetería, Jéssica Alvares (quien creó la iniciativa junto a su hermano Mauricio, explicó que si bien comenzaron el 2018, debido al estallido social y pandemia, iniciaron su funcionamiento el segundo semestre de 2021.

“Partimos con lo que es el menú de comida saludable, tratamos de comprar lo justo para no generar tanta basura ni residuos y los plásticos los cambiamos por papel. Cuando la universidad quitó las tapas (de los vasos) nos unimos inmediatamente a esa campaña”.

Agregó que intentan reciclar lo que más pueden, promoviendo el no uso de plásticos; además de reciclar cartones y envases de lata, para “generar conciencia día a día con los chicos y no generar tanta basura”.

El año pasado, la empresa ganó el premio “Semilla” y ahora el “Brote”. La fundadora reconoce que “es un privilegio poder ir transformando a estos jóvenes que son personas súper abiertas a las sugerencias, al tema de la sustentabilidad y se alinean inmediatamente. Llegan con su vasito a buscar el café o piden servilletas en lugar de la bolsita o envoltorio plástico”.

Concluyó que “nuestro compromiso principal hacia la comunidad y el medio ambiente es aportar con nuevas prácticas tratando de crear conciencia entre los chicos y la comunidad entera”.

PUNTO LIMPIO

Similar es la ruta que ha hecho Verde Impacto, que con su punto limpio en al UCT pasaron de Brote, en 2021; a Árbol, este año. La iniciativa es del gerente general, Claudio Fierro y sus socios Roberto Cox y Rodrigo Díaz. Fue el resultado de la fusión de Suvia (reciclaje inorgánico) y Lombritemuco (residuos orgánicos).

Tienen cuatro años de experiencia en el rubro apoyando la gestión de logística y de residuos reciclables, llevando los productos a un destino de disposición final; además asesoran en la implementación de sistemas de gestión de residuos y construcción de puntos limpios, huertos verticales, entre otros.

Con el punto limpio en la UCT, explicó Fierro, proveen de la disposición final de residuos reciclables que llegan; donde los estudiantes y toda la comunidad puede ir a dejar sus botellas plásticas, latas de aluminio, papeles y cartones.

Agregó que la motivación es “porque nos tienta el tema de la sustentabilidad y creemos que el reconocimiento es importante para poder ser mostrado también a la comunidad. Llevamos muchos años intentando sacar un modelo de negocios que sea sustentable en cuanto al medio ambiente, que es nuestra mayor motivación”.

Resumió que el premio “es una motivación importante que reconoce que lo que hacemos está impactando significativamente en nuestro medio ambiente, que es nuestro foco principal. En 2021 nos adjudicamos el premio Brote y ahora decidimos postular para evaluarnos y ver cómo iba el camino recorrido desde ese momento. Hoy se reconoce que los procesos mejoraron y que estamos cumpliendo con todo los ítemes que requiere el premio”.

AUDITORES AMBIENTALES

En el mismo contexto, más de una veintena de estudiantes fueron capacitados, en formato teórico práctico, y luego certificados por la UTEM como Auditores Ambientales; rol que consiste en acompañar, seguir y evaluar aquellas instituciones que quieran ser reconocidos como sustentables.

Una de las personas certificadas fue Aylyn Ñanco Quilaqueo, estudiante de Ingeniería en Recursos Naturales Renovables de la UCT, quien explicó que auditar significa “ver características o si una empresa cumple con algunos de los requisitos para certificar que son sustentables y que son amigables con el medio ambiente”, para lo cual cuentan con una suerte de rúbrica para mejor resolver.

En el caso de la UCT, junto a Aylyn, también fueron certificados sus compañeros de carrera Joaquín Klocker y Natalia Sanzana; Macarena Toneatti y Joao Urrea, ambos de Agronomía..

RESPONSABILIDAD SOCIAL

Muriel Ríos Segura, subdirectora de Gestión de Campus, relevó que en el contexto de responsabilidad social, la idea es “seguir avanzando hacia la sustentabilidad como dirección e institución; lo cual también involucra a los proveedores externos con los que trabajamos”.

“Consideramos de especial importancia trabajar en conjunto, motivarlos y respaldarlos en estos procesos, al ser colaboradores; más aún cuando sus prácticas son respetuosas con el medio ambiente y al ser socialmente responsables nos ayudan a fomentar una cultura sustentable en la Universidad”.