El experto enfatizó en que a pesar de lo que indican las encuestas, el proceso sigue siendo de incertidumbre, y aún no está cerrado.
A pocos días del sufragio que decidirá el futuro constitucional de Chile, la encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP) mostró que hay un 53% de indecisos en el Plebiscito del próximo domingo. La falta de información y un rechazo general a la política aparecen como las principales causas del fenómeno.
En este contexto, es que Juan Carlos Arellano, director del Departamento de Sociología, Ciencia Política y Administración Pública de la Universidad Católica de Temuco, experto en cambio institucional y procesos políticos latinoamericanos, realizó un análisis respecto al futuro del país al ganar la opción en contra, o a favor. Aclaró puntos clave respecto a ambos caminos institucionales y sus consecuencias para el gobierno y la ciudadanía.
El fin de un ciclo
El académico apunta a que la población ve necesario el fin del asunto, “en su mayoría la ciudadanía interpreta o busca encontrar una salida, que esto termine con un proceso que tiene bastante cansada a la población. Cualquiera de las dos opciones, tiene el mismo objetivo, pero por diferentes caminos”, dijo.
El también profesor de historia puntualizó que “en el caso de ganar la opción en contra, que es lo que se observa con mayores posibilidades. Se ve una clase política con posibilidad de llegar acuerdo y con una inercia institucional donde tendríamos una presidencia, creo yo, con poca relevancia y con un fuerte posicionamiento del parlamento, es decir, nos llevaría a un parlamentarismo de facto”.
Respecto a la polarización que ha caracterizado el ambiente político los últimos años, y sus consecuencias, el docente sostiene que “si es que logra ganar el en contra, tendremos una oposición menos abierta al dialogo y esperando la próxima elección presidencial. Ese escenario para el país no lo veo nada de positivo, porque nos va a mantener en una posición de estancamiento, de no encuentro, y por tanto, lo más parecido a un barco a la deriva”.
Incertidumbre
Pese al resultado de la encuesta CEP, existen encuestas como la de la empresa de investigación de mercado y opinión pública CADEM, que, en su último informe al respecto, sigue dando como ganador al “en contra”, pero con un margen más estrecho, situando al “a favor”, con un 38% de votos.
En esta línea, es que el investigador UCT sostiene que “de ganar el a favor estaríamos frente a un escenario igual de incierto, pero que podría dar un impulso en una dirección. La más relevante, desde mi punto de vista, sería la de re barajar el sistema político, a partir de la reducción del número de partidos, una de las grandes apuestas de esta nueva propuesta constitucional”.
Frente a esta gran diferencia entre encuestas, y a un resultado posiblemente difuso, Arellano plantea que “el voto obligatorio y la volatilidad electoral en las últimas elecciones son elementos que dificultan cualquier tipo de predicción en el contexto actual, creo que más allá de las encuestas esto todavía está abierto. Por ende, es difícil dar a una opción como ganadora”.
Problemáticas de fondo
Más allá del interés de la población en la reforma constitucional, los últimos informes del CEP y CADEM, sitúan como problemáticas urgentes para el gobierno, la implementación de medidas sobre la delincuencia, cesantía y pensiones. En base a esto es que el profesor se muestra escéptico, respecto a la posibilidad de que una nueva constitución venga a mejorar dicha situación.
“Partamos de la base que ningún cambio constitucional soluciona de fondo estos problemas. Eso es una ficción construida en un momento por sectores de la clase política, de la que hoy estamos despertando. Pienso que hoy está en juego encontrar un camino que en su lento andar relegitime al sistema político. Hoy, después de cuatros años que lleva este proceso, la institucionalidad y la clase política que la habita, se encuentran con una imagen muy desgastada ante la ciudadanía, por eso iluso pensar que el resultado del plebiscito resolverá de un plumazo este problema, pero puede marcar un punto de partida”.