La casa de estudios superiores consiguió excelentes resultados en su proceso de admisión.

Con 25 años de trayectoria, no se puede dudar del compromiso existente entre un profesional y la institución en que se desarrolla laboralmente. Ese es el caso de Lorena Mora Gutiérrez, quien ha sido testigo presencial y con rol protagónico del crecimiento que ha tenido la Universidad Católica de Temuco (UCT), que este año sumó más de tres mil nuevos estudiantes a su plantel de profesionales en formación.

La UCT actualmente cuenta con una oferta académica amplia, con ocho facultades, las que en conjunto albergan 45 carreras de pregrado, un Bachiller en Ciencias y Humanidades, una Ingeniería Civil Plan Común y cinco opciones técnico profesionales, en el Instituto Tecnológico TEC- UCT.

Los resultados obtenidos por el plantel fueron reconocidos por Mora Gutiérrez, directora de Admisión y Registros Académico, profesora de profesión y mujer apasionada con la gestión, como se autodefine. Explicó que entre los sellos de la UCT está la preocupación permanente por el bienestar de los estudiantes, “y por eso se piensa siempre en fortalecer las carreras y en generar los mecanismos de acompañamiento. Además, tenemos una gran Dirección General de Inclusión y Acompañamiento -DGIA- que, en conjunto con otras direcciones, brinda apoyo a los jóvenes en todas las áreas académicas y emocionales”.

PROCESO FORMATIVO

Considerando que muchos de los futuros profesionales vienen de escenarios vulnerables en cuanto a oportunidades, el enfoque se centra no sólo en que el joven ingrese a estudiar, sino que permanezca en el proceso formativo y que llegue a titularse, ruta que para muchos no resulta fácil de transitar. Entonces, en esa esfera resulta fundamental el proceso de acompañamiento permanente.

Con las nuevas matrículas que llegan a totalizar más de 10 mil estudiantes en formación, promedio, para este 2024, la responsabilidad académica se trasforma “en un tremendo desafío porque tenemos que hacernos cargo de todos ellos, independiente de la carrera en que se encuentren”.

La profesional agregó que “desde nuestra área, tenemos un gran desafío porque llevamos todos los procesos académicos del estudiante y por lo tanto, necesitamos revisar las estrategias que tenemos, los tiempos de respuesta a solicitudes y que la información que se entrega llegue a todo el estudiantado”.

Para el éxito en la gestión, comenta que año a año se hace una detallada planificación para tener todo ordenado; y con un equipo de trabajo afiatado “hacemos reuniones y ajustes permanentes, porque son más de 10 mil estudiantes regulares de pregrado, y eso es muchísimo”.

La profesional agregó que además que este año se abrió con éxito de postulaciones y matrícula completa, la carrera de Medicina. “Es una carrera muy atractiva. La decisión institucional fue abrirla porque ya tenemos una Facultad de Ciencias de la Salud consolidada por muchos años, con una variada gama de carreras”.

DESARROLLO PROFESIONAL Y FAMILIAR

Tener una larga trayectoria profesional es meritorio. Pero lograrla en la misma institución por ya más de 25 años (en agosto recién pasado los cumplió), lo es aún más.

Por eso, la directora Lorena Mora no escatima en palabras para describir que “soy una agradecida de esta Universidad porque me ha permitido crecer y desarrollarme”. Incluso acá conoció a su esposo Jaime (jefe de la Carrera de Ingeniería Civil Industrial en la misma UCT), con quien tiene a sus hijos Alonso y María Paz.

“Nacida, criada y malcriada en Temuco”, como se define, recuerda que cuando ingresó a la UCT, “se veía sólo la Facultad de Educación y la de Ciencias Agropecuarias y Forestales (como se llamaba entonces); y el Campus Norte que era de deportes. Ha sido un crecimiento exponencialmente rápido”.

En cuanto a su desarrollo laboral, detalla que “me fascina el tema de gestionar, apoyar, levantar procesos, tomar los requerimientos. Me encantan las personas con las que trabajo, porque es un equipo que está afiatado y que me permite que mis labores sean un agrado todos los días”.

En resumen y a modo de conclusión, señaló que “han sido 25 años de trabajo en esta Universidad y espero seguir aportando hasta que termine mi vida laboral”.