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Actualidad 20 noviembre 2024

Más de 3,500 estudiantes de Curacautín han mejorado su Convivencia Educativa a través de innovadoras experiencias

Con un Seminario que reunió a doce escuelas y liceos; Curacautín celebró los avances de “A Convivir se Aprende”, un programa ministerial pionero en Chile que ha colaborado en mejorar la convivencia educativa, la salud mental y el ambiente escolar en sus comunidades educativas.

El auditorio de la Municipalidad de Curacautín, fue el escenario de una jornada de inspiración, colaboración y aprendizaje colectivo. El evento, co-organizado por doce instituciones educativas de la comuna, junto a la coordinadora de Convivencia escolar del DAEM y Carolina Hirmas coordinadora comunal del programa, presentó los logros e impacto del programa desarrollado por la Universidad Católica de Temuco: “A Convivir se Aprende”, en su segundo año de implementación en la ciudad cordillerana. En este espacio, estudiantes, profesores, padres y directivos compartieron sus experiencias y aprendizajes en torno a la convivencia y la salud mental en ambientes escolares.

Las primeras palabras en el Seminario de Intercambio de Experiencias de Convivencia para la promoción de la Paz Duradera, fueron dirigidas por Sr. Joaquín Walker, Secretario Ejecutivo Plan de Reactivación Educativa quien extendió un cariñoso saludo a las comunidades educativas participantes del encuentro, a través del que se busca establecer una red para prevenir la violencia y poder encontrar soluciones en conjunto, la autoridad puntualizó que “en Curacautín, y todas las comunas del país están pasando cosas hermosas y hay prácticas tremendamente valiosas, de las que es necesario aprender”.

La actividad contó con la presencia de autoridades locales y regionales, quienes valoraron el impacto de este programa que busca fortalecer los lazos entre escuelas y liceos. “Es impresionante lo que está ocurriendo en Curacautín”, puntualizó Pablo Cárdenas Muñoz, director provincial de educación en Malleco. “Este programa ha permitido que las escuelas de la comuna, con el apoyo de la Universidad Católica de Temuco, presenten sus avances en convivencia, un aspecto clave para la salud mental de nuestras comunidades educativas”. Este esfuerzo, que también se desarrolla en otras comunas de Malleco y Cautín es, en palabras de Cárdenas, una apuesta que esperan seguir potenciando en los años venideros.

La jornada giró en torno al valioso intercambio de conocimientos y herramientas prácticas entre las escuelas. Rodrigo Cornejo Núñez, coordinador regional de convivencia de la Seremi de Educación, explicó que uno de los aspectos más enriquecedores del programa es la creación de redes de apoyo entre los establecimientos, debido a que “es esencial que las escuelas compartan sus buenas prácticas y aprendan unas de otras. Esto permite que cada comunidad adopte estrategias más efectivas para enfrentar desafíos como la violencia y la necesidad de contención emocional”, afirmó Cornejo.

Innovación y soluciones pertinentes

Un ejemplo concreto de esta colaboración es la experiencia de Jessica Chavarría, trabajadora social de la Escuela Osvaldo Fuentes Barrera, quien ha sido testigo de cómo el programa ha ayudado a su comunidad a desarrollar una conexión emocional sólida con sus estudiantes. “El programa nos enseñó que la cercanía y el vínculo son fundamentales para una convivencia exitosa. Más allá del conocimiento técnico, el enfoque en lo emocional ha cambiado nuestra manera de trabajar con los niños”, comentó Chavarría, quien destacó la transformación que ha visto en su escuela gracias a este enfoque humano.

La Escuela Especial de Lenguaje Capullito de Curacautín, también fue parte de este importante proceso, donde la psicóloga Waleska Torres implementó el taller “Cultivando Emociones”, diseñado para enseñar a los estudiantes a gestionar sus sentimientos, gracias a este, se vio un cambio significativo en el ambiente. Torres explicó que “antes, veíamos conductas agresivas y desregulación emocional en los niños, pero hoy hemos notado una reducción significativa en esas reacciones. Los docentes ahora pueden desarrollar sus clases sin tantas interrupciones y los estudiantes han aprendido a expresar sus emociones de manera más adecuada”, señaló, enfatizando el valor de contar con este tipo de programas en tiempos en los que la salud mental es una prioridad nacional.

A través del desarrollo del programa, la cultura, el arte y la música, también fueron utilizadas por docentes, mediante la enseñanza de este tipo de contenidos, el profesor Juan Carlos Leiva Barrera, de la localidad de Malalcahuello, ha logrado que sus alumnos se sientan atraídos y comprometidos con su experiencia escolar. “Nos dimos cuenta de que muchos estudiantes no estaban disfrutando su paso por la escuela, así que creamos un taller de arte y música que se convirtió en un espacio especial durante los recreos. Aquí los estudiantes pueden expresar su creatividad y desarrollar su conexión emocional con el entorno escolar”, compartió Leiva.

Cada testimonio, cada experiencia y cada práctica compartida ratificaron la importancia de este tipo de programas como un componente esencial en el desarrollo integral de los estudiantes. Con miras al futuro, autoridades y docentes coinciden en que el programa “A Convivir se Aprende” debe continuar trabajando y promoviendo la convivencia y la salud mental en todos los rincones de Chile, asegurando así el bienestar y la prosperidad de las futuras generaciones, en espacios plenos y aptos para el desarrollo educativo.

 

A Convivir se Aprende Jornada de Cierre Curacautín