Con profundo pesar, la comunidad de la Universidad Católica de Temuco recibió la noticia entregada por el Obispado de Temuco sobre el fallecimiento a los 88 años del Padre Marcos Uribe Gutiérrez.

El sacerdote desarrolló una importante obra religiosa y social durante sus más de 60 años de servicio, siendo por más de 32 años párroco de la Parroquia El Sagrario de nuestra ciudad.

El padre Marcos nació en Temuco el 26 de julio de 1933, hijo de una familia muy cristiana. Recibió de muy niño el llamado divino e ingresó  al Seminario Conciliar de Concepción donde cursó sus estudios de Latinidad, Humanidades, Filosofía, y luego en el mismo Seminario, cursó los estudios de Teología en forma brillante.

Ordenado sacerdote en el año 1956, por monseñor Alejandro Menchaca Lira, comenzó un inteligente y abnegado trabajo pastoral con niños y jóvenes. La docencia fue para él una de sus actividades preferentes. Profesor de Religión y de Filosofía en el principal Liceo Fiscal de Temuco; fue también Rector de un Colegio del Obispado, el Instituto de Humanidades. Durante varios años fue profesor y formador en el Seminario Mayor de “San Fidel”.

Hombre de estudio. Hizo Cursos Especiales de Espiritualidad en la Universidad Gregoriana de Roma y en el Instituto Católico de París. Obtuvo su título de Profesor de Estado con  mención en Filosofía y Religión en la Universidad Católica de Valparaíso y participó en numerosos Cursos y Seminarios organizados por la Conferencia Episcopal de Chile.

El padre Marcos se desempeñó como Vicario General en la Curia Diocesana, Asesor Diocesano del Movimiento Cursillos de Cristiandad, durante muchos años fue Encargado Vocacional de la Diócesis.

Es importante destacar que durante la permanencia en la Parroquia El Sagrario creó las Capillas Aldunate Sur; La Esperanza; el Santuario de Lourdes y las comunidades de La Providencia y Villa Olímpica. Fue  40 años profesor en el Liceo Pablo Neruda  y 27 años profesor en la Universidad Católica de Temuco.

Como Comunidad Universitaria nos unimos en oración para despedir al querido padre Marcos y agradecer al Señor por estos años de entrega y de servicio en fidelidad a la Iglesia.

Despedida ViceGranCanciller UCT

El Pbro. Patricio Trujillo Valdebenito, Vice Gran Canciller de la Universidad Católica de Temuco, expresó sus sentimientos de tristeza, de fraterno afecto y de agradecimiento, por todo lo que representa el Pbro. Marcos Uribe Gutiérrez, a quien Dios ha llamado junto a sí.

“El padre Marcos significa para mí y para muchos de mis hermanos sacerdotes, a quienes quisiera, en esta hora, interpretar en sus sentimientos de gratitud y cariño, un signo muy diáfano, de parte del padre Dios, a la hora de escuchar y discernir el llamado a la vida sacerdotal. Muchos de los actuales sacerdotes de nuestra diócesis san José de Temuco, y de otras, fuimos iluminados, fortalecidos y animados por el testimonio y las palabras del padre Marcos.

Lo conocí en mi adolescencia, junto a otros amigos, quienes “servíamos” como monaguillos en las santas Misas que presidía el padre Marcos en la parroquia “Del Sagrario”, (en aquel entonces en calle Diego Portales, a lado del correo), o en la capilla del Colegio Santa Cruz, que hacía las veces de Catedral o en la Gruta de la Virgen de Lourdes, en el Cerro Nielol. Sin hablarnos directamente de la vocación sacerdotal o lo que es el Sacerdocio Ministerial, bastaba verlo actuar para entender lo que significaba ser sacerdote.

Así también, son tantos los hermanos y hermanas, feligreses, que podrían dar un bello testimonio de lo que significó el padre Marcos para sus vidas y las de sus seres queridos. ¿A cuántos bautizó, o alimentó por primera vez con el Cuerpo y la Sangre de Cristo? ¿A cuántos confirmó en su fe; bendijo sus matrimonios; o liberó de sus pecados (en el Sacramento de la Reconciliación)? ¿Cuántos fueron acompañados en su último adiós de este mundo, con el Sacramento de la Santa Unción? ¿Cuántos recibieron una corrección fraterna, de parte del padre Marcos, cuando vieron equivocar su camino? ¿Cuántas palabras o signos de apoyo y consolación, en los momentos difíciles que a todos nos presenta la vida? ¿Cuántas clases u homilías, sencillas y profundas, llenas de ejemplos, que nos ayudaron a comprender mejor el sentido de la vida y el misterio de Dios o la fe de la Iglesia?

Sólo el Padre Dios, que por pura misericordia lo llamó al Ministerio sacerdotal, y “que ve en lo secreto” (cf Mt 6,6) puede conocer y, generosamente, premiar a un sacerdote que, como su Maestro Jesús, “pasó haciendo el bien” (Hch 10,38).

Por todo esto y mucho más, es que les invito a unirnos, humilde y confiadamente, en oración a Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, Sumo y eterno Sacerdote, para encomendar al querido padre Marcos, diciendo:“Oh, Dios, que pusiste al frente de tu familia a nuestro hermano Marcos, presbítero, para que, representando a Jesucristo, presidiera la comunidad, y prometiste recompensar al siervo fiel y solícito, escucha nuestras plegarias y haz que, el que fue nuestro pastor en este mundo, pase ahora al banquete festivo de su Señor. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos”. Amén.

Que su alma y el alma de todos nuestros seres queridos difuntos, por la misericordia de Dios, descansen en paz.