Una mirada íntima, espiritual y también muy humana al proceso que elegirá al sucesor de Francisco, desde la Capilla Sixtina hasta la comunidad universitaria en Temuco.
Mientras que el mundo espera el humo blanco desde la Capilla Sixtina, en Temuco también se eleva la oración. Efraín Sáez, Director General de Pastoral de la Universidad Católica de Temuco, abordó el profundo significado del Cónclave y el legado de Francisco, en una Iglesia que se prepara para recibir a un nuevo pastor.
¿Qué es un Cónclave?
El Cónclave, proveniente del latín cum clave, “con llave”, es mucho más que una elección: es un acto sagrado, simbólico y de enorme trascendencia espiritual para la Iglesia Católica. Así lo expresa Efraín Sáez, quien detalla que esta reunión de cardenales electores busca elegir al sucesor del Papa Francisco, pero también —y por sobre todo— al sucesor del apóstol Pedro, aquel a quien Jesús encomendó guiar la barca de la Iglesia.
El Cónclave se inicia con una misa solemne en la Basílica de San Pedro, conocida como Pro eligendo Pontifice (en latín: Para la elección del Pontífice), en la que se invoca al Espíritu Santo para que ilumine a los cardenales. Luego, los electores ingresan a la Capilla Sixtina y no pueden salir hasta que haya humo blanco, signo de que hay un nuevo Papa.
Durante este tiempo, los cardenales viven un proceso intenso de discernimiento. La elección es humana, sí, pero se busca que esté profundamente inspirada por Dios. No es una votación simple: es el acto más trascendental del gobierno eclesial. “No sólo se elige a un sucesor de Francisco, se elige también al Obispo de Roma, al vicario de Cristo en la tierra”, recalca Efraín Sáez.
Lo real y los mitos
El cine y la literatura han contribuido a romantizar e incluso distorsionar lo que ocurre dentro del Cónclave. Entre los mitos más comunes está la idea de que es una mera disputa de poder entre facciones, progresistas vs. conservadoras, o que hay campañas políticas dentro del Vaticano. Sáez reconoce que existen preferencias personales, pero enfatiza: “es un proceso humano, pero no carente de gracia; hay un fuerte componente espiritual”.
Otro dato que aclara es que solo los cardenales menores de 80 años pueden votar, aunque pueden existir cardenales mayores con gran trayectoria y autoridad moral. Actualmente, hay 135 electores, provenientes de 70 países, lo que hace de este uno de los Cónclaves más diversos de la historia.
También se comenta que “el que entra Papa, sale cardenal”, es decir, que los nombres favoritos rara vez son los elegidos. Esto refleja el carácter imprevisible del discernimiento eclesial. “Hay que dejar espacio para que el Espíritu Santo nos sorprenda”, afirma Sáez.
Datos curiosos
Uno de los elementos más simbólicos del Cónclave es la llamada “Sala de las Lágrimas”. Es allí donde el nuevo Papa tiene un momento íntimo de oración, apenas acepta su elección. “Es uno de los instantes en que toma conciencia del peso espiritual de lo que está asumiendo”, explica Sáez.
El ritual es meticuloso: desde la misa inicial hasta el cierre con llave de la Capilla Sixtina, pasando por el humo negro (cuando no hay consenso) y el esperado humo blanco. En esta ocasión, se espera que el Cónclave dure unos dos o tres días, siguiendo el patrón de las últimas elecciones.
La diversidad es otro aspecto central. Hay cardenales jóvenes, como uno ucraniano de solo 45 años. Esta pluralidad no es solo geográfica, sino también pastoral y cultural. Algunos cardenales se muestran cercanos a los jóvenes, participan en dinámicas comunitarias o incluso citan canciones populares. “La Iglesia se nutre de esta diversidad”, sostiene Sáez, “porque en ella cabemos todos y todas”.
Dimensión espiritual y nuestra comunidad universitaria
Desde la Pastoral de la UCT, el llamado es claro: vivir este momento con esperanza, oración y participación. “No se trata de comparar al nuevo Papa con Francisco, sino de asumir que su legado nos sigue desafiando”, dice Sáez.
Para la comunidad universitaria, hay actividades significativas. El miércoles, día del inicio del Cónclave, se rezará el Rosario al mediodía en el Templo Jesús Maestro y la Capilla San Francisco de Asís. Y el viernes, se celebrará una misa de acción de gracias a las 09:00 horas. A los jóvenes, Sáez les hace un llamado especial: “No se cansen de buscar a Dios. La Iglesia es también su casa, un espacio donde pueden hacer lío, como decía Francisco, y ser protagonistas de la fe”. Los invita a confiar, involucrarse y entender que este proceso también les pertenece. La Iglesia necesita su energía, su creatividad, su voz.
Francisco, un Papa cercano
Jorge Mario Bergoglio, conocido mundialmente como el Papa Francisco, nació el 17 de diciembre de 1936 en Buenos Aires, Argentina. Ingresó a la Compañía de Jesús a los 22 años y fue ordenado sacerdote en 1969. A lo largo de su vida pastoral, se destacó por su estilo sencillo, su cercanía con los más pobres y su compromiso con la justicia social. En 2013, tras la renuncia de Benedicto XVI, fue elegido como el primer Papa latinoamericano y jesuita en la historia de la Iglesia.
Durante su pontificado de doce años, Francisco impulsó reformas profundas, promovió una Iglesia más sinodal, comprometida con el cuidado del medio ambiente, la fraternidad global y la inclusión. Encabezó una Iglesia “en salida”, que busca estar al lado de quienes sufren. Su legado espiritual, social y humano quedará marcado en la historia como un tiempo de apertura, escucha y renovación.
“El Papa Francisco fue un hombre que supo sondear los signos de los tiempos, con una enorme lucidez para hablar de temas como el cuidado del medioambiente, las nuevas realidades familiares o los desafíos pastorales de hoy. Su figura nos desafía a no apagar la luz que ya encendió en la Iglesia”, destacó Sáez.
Una elección histórica y espiritual
Con el fallecimiento del Papa Francisco, la Iglesia entra en un nuevo tiempo. No solo elige a su nuevo líder espiritual, también redefine su rumbo. Como lo recuerda Sáez, “todos estamos llamados a ser parte de esta travesía. La barca de Pedro sigue navegando, y todos los bautizados somos parte de su tripulación”.