Las interrogantes en torno a estas elecciones

Sobre el autor

Christopher Martínez Nourdin

Cientista político de la Universidad Católica de Temuco

Diario Austral: https://www.australtemuco.cl/impresa/2020/11/21/papel/

Las elecciones presidenciales de este 21 de noviembre son, quizás, una de las que más expectación han generado en los últimos años. Esto se debe no solo al nivel de participación electoral que se logrará, sino también por quiénes podrían ser los candidatos que, al parecer, llegarían a segunda vuelta.

Por un lado, es difícil predecir los niveles de participación electoral. A nivel país, la participación en las elecciones presidenciales ha variado pasando de 59% con voto obligatorio en la primera vuelta de 2009, a un 49% y 47% en las primeras vueltas de 2013 y 2017, respectivamente, con voto voluntario. La pandemia del COVID-19 introduce un factor adicional. Desde el inicio de la emergencia sanitaria en marzo de 2020, se han sostenido dos elecciones generales, con diferentes niveles de participación. Así, por ejemplo, un 51% del electorado sufragó en el plebiscito de 2020, mientras un 43% lo hizo este año en las elecciones de mayo de 2021. Considerando lo competitiva que parece esta elección y que los efectos del COVID-19 se han controlado parcialmente (en buena medida gracias a la vacunación), podríamos esperar un porcentaje de participación superior al 50%.

Otra pregunta es quiénes pasarán a la segunda vuelta. Si confiamos en los resultados de las últimas encuestas, y ese es un gran sí, Gabriel Boric, candidato de izquierda, y José Antonio Kast, quien representa a una derecha popular radical, serían los triunfadores de este domingo 21 de noviembre. De ser así, la competencia en la segunda vuelta sería inédita para la política chilena. Sería primera vez que ninguno de los partidos tradicionales, de la ex Concertación y Alianza, tendría a uno de sus representantes oficiales compitiendo en el balotaje.

Finalmente, cabe preguntarse si es que los jóvenes volverán a participar en masa tal como lo hicieron en el plebiscito de 2020, cuál será el nivel de participación electoral general, y el porcentaje de votos que reciba cada candidatura, especialmente aquellas que logren alcanzar la segunda vuelta. Si el nivel de participación electoral está bajo el 50% y si ninguno de los candidatos logra una mayoría significativa en primera vuelta (sobre el 35% de los votos válidamente emitidos), cualquiera que llegue a La Moneda en marzo de 2022 lo haría en una posición inicial relativamente débil. Esto sin considerar si la fragmentación partidaria en el Congreso aumentará o no este domingo.