En estas elecciones presidenciales las y los votantes de derecha enfrentan un dilema. La coalición oficialista “Chile Podemos +” presenta un candidato que, según las últimas encuestas, ha bajado notablemente su intención de voto dejándolo, en algunos casos, en tercer o cuarto lugar. Paralelamente, el candidato del Partido Republicano, José Antonio Kast, se ha posicionado notablemente en las últimas semanas. El desempeño de ambos candidatos puede traer coletazos importantes en la derecha en lo que respecta a sus ideas (ideología) y como hoy está conformado su coalición. De ahí que el resultado electoral que se obtenga en la Región de La Araucanía puede decir mucho de lo que será la derecha en el futuro.

No es nuevo indicar que la derecha ha obtenido una votación históricamente alta en La Araucanía. Desde la vuelta a la democracia, en la mayoría de las elecciones presidenciales y parlamentarias el promedio de votación por este sector político es superior al nacional, siendo uno de los territorios fuera de las comunas del barrio alto de Santiago donde la derecha se concentra, si se compara con las demás regiones del país, representando un verdadero bastión electoral. Da cuenta de ello que el gobernador regional de La Araucanía es el único representante de centro derecha a nivel país.

Algunos autores han señalado que este voto por la derecha se puede deber al clientelismo existente en la zona e incluso se instaló la premisa de que en La Araucanía ganaba la derecha debido a que los mapuche votaban por ella, pero una investigación reciente no encontró evidencia para sustentar esta idea (Toro y Jaramillo-Brun, 2014). Independiente de la tendencia derechista de la región, cabe preguntarse: ¿qué sucederá con la derecha en la región, en un contexto en el que han surgido dos candidaturas: la oficial, representada por Sichel y Kast, quien representa a una derecha más dura y el cual ha sido posicionado en las encuestas como uno de los posibles candidatos que pasará a segunda vuelta?

En las primarias que se realizaron en julio de 2021 tuvieron mayor acogida entre quienes pertenecían o eran afines al conglomerado de centro derecha, ya que el número de participantes en las primarias de “Chile Vamos” fue de 74.273, mientras que en las de “Apruebo Dignidad” votaron 56.717 personas, lo que representa un 56,7% y 43,3%, respectivamente del total de participación regional para esas elecciones. El ganador de las primarias de centro derecha, Sebastián Sichel, obtuvo la primera preferencia en 31 de 32 comunas, aunque su diferencia en votación con Lavín fue bastante estrecha en algunas de éstas. Por otro lado, en las elecciones de 2017, José Antonio Kast alcanzó un 12,7% de votación en La Araucanía, siendo la región en la cual consiguió el mayor porcentaje de votación.

Si bien Sichel fue elegido con un alto porcentaje, ha ido perdiendo relevancia debido a distintas situaciones en las que se ha visto inmerso, como el financiamiento de su candidatura. Kast, en tanto, con sus posiciones más duras y con soluciones más extremas, ha recibido una buena acogida en un sector del electorado de la región, quienes han visto como la violencia se ha mantenido y encrudecido en los últimos meses, y cuyo discurso político se ha centrado en el fin de la violencia en La Araucanía, condenando fuertemente los ataques que se han producido e indicando, de igual manera, que de salir electo, se iría a vivir a la región por dos semanas. Esto se correlaciona, además, con los resultados de la consulta ciudadana que se realizó hace unos días y en la que un 81,6% de los participantes (118.258) votaron a favor de extender el estado de excepción.

No será una sorpresa, por tanto, que al igual que en el 2017, Kast obtenga un porcentaje de votos importante en La Araucanía. De igual forma, es de esperar que aquellos electores y electoras que votaron por Lavín prefieran a Kast por sobre Sichel. Por otra parte, habría que observar qué sucede con el electorado de Sichel, si seguirán apoyándolo o se sumarán al competidor que aparece como “más fuerte” dentro de las encuestas. Muchas personas preferirán votar por el candidato que se encuentra mejor posicionado y que tiene más opciones de ganar, para así, y siguiendo a la teoría electoral, no desperdiciar su voto.

En definitiva, esta elección presidencial y parlamentaria no solo será difícil para el votante de derecha que deberá elegir entre dos opciones que lo representan, sino también para la coalición oficialista que podría enfrentar un coyuntura sin precedente en su historia reciente que la obligarán a redefinirse ideológica y electoralmente.

Finalmente, será interesante analizar los resultados de las próximas elecciones parlamentarias y si el Partido Republicano podrá obtener algún cupo en la región.

[i] Nathalie Jaramillo-Brun, Cientista Político de la Universidad Católica de Temuco, MSc in Comparative Politics, The London School of Economics and Political Science e integrante de Araucanía Electoral UC Temuco; Juan Carlos Arellano, Historiador y Cientista político. Profesor asociado del departamento de Sociología y Ciencia Política, Universidad Católica de Temuco.